Esta historia comenzó en una pastelería. Justo antes de dirigirse hacia el banquete nupcial, dos muñecos vestidos con traje y pajarita fueron colocados en el último piso del pastel. Solo tenían que sonreír y mirar al frente. Un fuerte aplauso de los invitados llenó el salón del banquete cuando la tarta fue llevada a la mesa de los novios. Mientras cortaban porciones de tarta, los muñecos cruzaban disimuladas miradas de reojo sin que nadie se diera cuenta, hasta que en una de esas miradas fugaces, sus ojos quedaron clavados, y el tiempo se detuvo con un anhelo. Notaron en su pecho el fuerte latir de sus corazones y ahora se sonreían el uno al otro.
Cuando fueron a cortar el último piso de la tarta, hacía rato que los muñecos habían escapado cogidos de la mano. En ese instante fue cuando comenzó su historia de amor, no exenta de dificultades y obstáculos que afrontaron con amor. Esto ocurrió hace muchos años. Hoy en día, siguen caminando cogidos de la mano, a pesar de todo.
Cuando fueron a cortar el último piso de la tarta, hacía rato que los muñecos habían escapado cogidos de la mano. En ese instante fue cuando comenzó su historia de amor, no exenta de dificultades y obstáculos que afrontaron con amor. Esto ocurrió hace muchos años. Hoy en día, siguen caminando cogidos de la mano, a pesar de todo.
TEXTO E ILUSTRACIÓN: Jesús Román
